El SSI de hoy sigue siendo una organización ágil y flexible que emplea a profesionales que aplican las normas acordadas establecidas por las convenciones internacionales sobre los derechos del niño y la protección de la infancia, a través de servicios socio-jurídicos en beneficio de las personas a las que apoya y asiste. Dado que los marcos jurídicos establecidos por estas convenciones abordan parcialmente el problema general al que se enfrentan los niños y las familias en las rutas migratorias, el personal profesional, los pasantes y los voluntarios del SSI, familiarizados con estas convenciones y conocedores de las costumbres locales, «personalizan» el problema y le dan una solución a medida, proporcionando asesoramiento práctico, psicológico y sociojurídico para lograr una solución duradera y satisfactoria.