Marzo 2004
“Una familia para un niño, mejor que un niño para una familia”. Este principio resulta más fácil de enunciar que de llevar a la práctica. ¿Cómo pasar de una demanda de los candidatos adoptantes en busca de una oferta de niños “disponibles para ser adoptados” (el vocabulario utilizado resulta revelador), a una oferta de candidatos adoptantes para responder a una demanda de niños que necesitan ser adoptados (niños “adoptables” psico-médico-social y legalmente)? Les proponemos algunas ideas para la reflexión: