Noviembre 2021
Desde el inicio de la pandemia de COVID-19, se han generado debates en torno a la proporcionalidad de las medidas que se han adoptado y cómo mantener las normas actuales en cuanto a derechos humanos. De hecho, en muchos casos la pandemia ha complicado la situación al anteponer a los derechos individuales ciertas medidas de salud y de seguridad públicas destinadas a contener y erradicar la pandemia. Por eso, muchos Gobiernos las consideran un paso necesario. Pero ¿podríamos estar también ante una oportunidad de consolidar e incluso elevar las normas internacionales vigentes en materia de derechos humanos en un gesto de necesaria audacia?