Octubre 2010
Este editorial examina la complicada cuestión de la determinación de la futura modalidad de cuidado de un niño cuando un organismo independiente concluye que éste ha sido comprado por sus padres adoptivos, los cuales, por un lado, le brindan una familia estable y cariñosa, pero quienes, por otro lado, han cometido un crimen contra él.